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8 de Agosto de 2016

Día del Dirigente: Origen e historia de un reconocimiento

La instauración del Día del Dirigente Social  -establecida durante el mandato del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle- busca ratificar el reconocimiento profundo  a la labor de las y los dirigentes vecinales y comunitarios de todo el país.

Cada 7 de agosto, pese a no estar marcado de manera particular en ningún calendario, constituye una jornada especial para miles de hombres y mujeres a lo largo y ancho del país, que comparten el orgullo y la vocación de ser servidores públicos anónimos, en su condición de dirigentes sociales comprometidos con el desarrollo y el progreso de sus entornos y comunidades.

En efecto, el 7 de agosto se celebra el Día Nacional del Dirigente Social y Comunitario. La fecha escogida no podía ser más propicia, ya que un día 7 de agosto, pero de 1968 –durante el mandato presidencial de Eduardo Frei Montalva y en el marco de su política de Promoción Popular- se publicó la Ley N°16.880 sobre Juntas de Vecinos y demás organizaciones comunitarias, que supuso un notable estímulo al desarrollo del tejido asociativo en el mundo popular.

Antes de la promulgación de esa ley y producto de la pobreza existente en las grandes ciudades, sobre todo por las consecuencias de la progresiva  migración campo-ciudad, se habían configurado asentamientos urbanos precarios, producto de las tomas de terreno de un incipiente movimiento de pobladores que pujaba por su derecho a una vivienda digna.  Durante la década de los años 60 crece con fuerza el objetivo político de la institucionalización de sus organizaciones naturales y por tanto, la exploración de formas de articulación con el Estado.

El debate se traslada al parlamento, donde se registran iniciativas como una moción del senador Radomiro Tomic (ya en enero de 1963), que planteaba el reconocimiento legal de las juntas de vecinos –hasta entonces entidades de hecho-, así como la expropiación de predios urbanos en los cuales los pobladores estuviesen asentados en forma irregular. Después, un proyecto del gobierno de Frei Montalva enriquece la iniciativa, pasando de 18 artículos a un total de 64, entregando a las Juntas de Vecinos facultades de representación en el territorio llamado Unidad Vecinal, pudiendo organizarse hasta el nivel nacional.

El consenso de las distintas fuerzas políticas de la época quedó sellado en la promulgación de la ley un 7 de Agosto de 1968. Mientras, el movimiento poblacional ya no solo se encaminó hacia la vivienda: ahora también su preocupación estuvo en el desarrollo comunitario, el empleo, el deporte y la cultura popular, énfasis que también fueron previstos en al articulado, extensivo a la noción de “demás organizaciones comunitarias”.

La instauración del Día del Dirigente Social  -establecida durante el mandato del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle- busca ratificar el reconocimiento profundo  a la labor de las y los dirigentes vecinales y comunitarios de todo el país. Un reconocimiento que la DOS hace suya, porque en opinión de su director, Camilo Ballesteros, el trabajo de las y los dirigentes vecinales, sociales y comunitarios “constituye un aporte esencial al fortalecimiento de nuestra democracia, al generar, en la base, la necesaria articulación asociativa, indispensable para la generación de vínculos y soluciones comunitarias a los problemas de la ciudadanía”.

“Es por ello que nos hemos trazado el objetivo de contribuir a esa encomiable labor, desarrollando una línea de apoyo a las organizaciones sociales, principalmente en la forma de nuestras Escuelas de Formación Ciudadana, que buscan entregar habilidades, herramientas e información orientadas el ejercicio directivo en las organizaciones de la ciudadanía, como son el liderazgo, la  comunicación, la generación de redes y su vinculación territorial”, agregó Ballesteros.

Una necesaria evaluación

En ese mismo marco, y cumpliendo lo instruido por la Presidenta Michelle Bachelet, durante la conmemoración del Día del Dirigente de 2015,  la DOS está desarrollando un amplio y participativo proceso de discusión en torno a la Ley N°19.418 sobre Juntas de Vecinos y demás Organizaciones Comunitarias, que busca identificar -con sus principales protagonistas- las eventuales falencias, limitaciones y nudos críticos de esta, además de recoger propuestas, sugerencias y recomendaciones de distintos actores y organismos vinculados a la participación ciudadana.

Este compromiso ha significado la ejecución de Diálogos Participativos con distintas organizaciones de la sociedad civil, grupos focales con funcionarios y autoridades municipales, como también con académicos, además de una Consulta Ciudadana Vía Web, a través de los cuales se han conocido distintas visiones, opiniones y experiencias que han enriqueciendo el debate y han sugerido cambios relevantes en la legislación vigente.

A la fecha, se han ejecutado Diálogos Participativos en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, O’Higgins, Biobío, La Araucanía, Aysén, Magallanes y Metropolitana. Dichos diálogos constituyen un 60% del total, restando solo un 40%, los cuales se realizarán durante el mes de agosto y septiembre respectivamente. La participación de mujeres ha sido preponderante, alcanzado un 67% del total de asistentes, mientras que los hombres completan un 33%.

La voz de los protagonistas

“Me inicié como dirigente social a raíz de las dificultades que en nuestra comunidad surgieron por la implementación del Transantiago. Por tal razón formamos la junta de vecinos Los Bosquinos III, de Maipú, donde fui presidenta”, comenta, con indisimulado orgullo, Verónica Vergara

“Uno de los logros que más atesoro fue cuando en el 2010 ayudamos a los afectados por el terremoto en la Región del Biobío. Organizamos colectas de mercadería y ropa. Me dio mucha alegría darme cuenta que toda la gente cooperó con lo que pudo. Nos conseguimos movilización y realizamos dos viajes en una caravana de un camión dos camionetas y un auto, llenas de ayuda que repartimos directamente a la gente. Fue emocionante lo agradecida que quedaba la gente. Incluso en esa experiencia llegamos a ver como una niñita nacía en una carpa”.

“Recibir muestras de cariño como por ejemplo cuando una se enferma, es la muestra de que la labor desinteresada que se hace por la comunidad es valorada.  Muchas de las dificultades que encontramos como dirigentes tienen que ver con la incomprensión de la inmediatez que necesitamos para resolver los problemas de los vecinos. Hay una cierta burocracia que hace retrasar las soluciones, que por no ser respondidas a tiempo”.

Por su  parte, Adriana Mena destaca como dirigente social desde hace 14 años, cuando se inició en la Junta de Vecinos Los Héroes de la Concepción, también de la comuna de Maipú.

Desde el 2010 encabeza la Unión Comunal N°1 la más antigua de esa populosa comuna. Además, fue electa a la directiva de la Federación Metropolitana de Uniones Comunales de Juntas de Vecinos (FEMUC) y pertenece al Consejo de la Sociedad Civil (COSOC) del Ministerio Secretraría General de Gobierno, precisamente en representación de las organizaciones territoriales del Gran Santiago.

“Empecé como dirigente por una necesidad. Teníamos una directiva que no encontraba las soluciones que necesitábamos. En ese tiempo era una villa de gente joven y yo era la más experimentada. Las casas donde vivimos eran chicas, con un patio pequeño y los niños debían jugar en la calle. Existía un sitio eriazo que lo vimos como una oportunidad para que los niños jugaran. Los vecinos organizados lo limpiamos, pero el alcalde de la época tomo la decisión de entregarlo a una iglesia evangélica. Nos reusamos y nos tomamos al espacio. Todos los días, durante tres meses cerca de 50 mujeres tomábamos once ahí para cuidar ese espacio. La gente que pasaba en micro nos aplaudía porque sabían que estábamos luchando para que nuestra villa tuviera un espacio para los niños. Hoy juegan ahí nuestros nietos, en una hermosa cancha que también ocupamos para hacer eventos, es un orgullo tener ese espacio público ahí ya que lo logramos de forma organizada”.

“Muchas de las dificultades que tenemos los dirigente sociales son los tiempos municipales, que no tiene que ver con los funcionarios o su buena o mala voluntad, es más porque nosotros quisiéramos que fuera una respuesta más rápida. Estos tiempos no están de acuerdo a las necesidades urgentes de los vecinos”, concluye la histórica dirigenta.

COMUNICACIONES DOS