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29 de Septiembre de 2015

Estudio revela que más del 90% de niños, niñas y adolescentes tienen una motivación para participar en un movimiento social

“La Movilización de las Subjetividades: una investigación sobre el diálogo de los niños, niñas y adolescentes con los movimientos sociales y la participación,” recientemente lanzada por el Centro de Estudios de la Niñez (CEN) de la Corporación Opción, entre otros importantes hallazgos, arrojó que el 80% de los encuestados considera que los movimientos sociales darán frutos a futuro y que más del 90% tiene una motivación para participar en un movimiento social.

El estudio fue lanzado este martes, en una ceremonia que contó con la participación y comentarios del Director de la División de Organizaciones Sociales (DOS), Camilo Ballesteros y de la ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Naschla Aburman.

En su intervención, Camilo Ballesteros señaló que “en los últimos años se ha venido generando una progresiva la participación juvenil que quisiéramos también ver reflejada en una mayor incidencia en las políticas públicas. Es indudable que esa irrupción data sobre todo del año 2006, cuando se produjo la llamada revolución pingüina, que fue capaz de instalar socialmente temas como la educación en la agenda y en el debate del país”. El Director de la DOS  destacó que “el estudio que hoy se presenta es interesante, en tanto refleja la esperanza que las nuevas generaciones tienen en los cambios que el país requiere”.

Naschla Aburman, por su parte, también destacó la llamada revolución pinguina del año 2006 como un hito o referencia obligatoria a la hora de entender la irrupción de los más jóvenes en la escena pública nacional. Al respecto, la ex dirigenta estudiantil señaló que “ese año se generó un despertar, que cruzó a los entonces niños y adolescentes, empoderándonos para una visibilidad que como generación tuvimos después”.

La ex dirigenta expresó que en el movimiento social “se aprenden habilidades distintas a las que se adquieren en la escuela, por las propias restricciones que tiene el modelo educativo, que permiten conformar una identidad política, un ser social, habilidades  tan potentes que contribuyen a que luego estos tengan la capacidad de incidir en la política”.

El estudio

El diagnóstico que surge de los niños, niñas y adolescentes consultados en la investigación evidencia que la irrupción de los movimientos sociales en los últimos años, y en particular el movimiento estudiantil, ha generado una efervescencia social gatillada por la necesidad de cambios sustantivos, sobre todo a nivel de la población infanto juvenil.

El estudio, de carácter cuantitativo y cualitativo, se hizo con 536 niños y jóvenes (hombres y mujeres) de entre 12 y 17 años, escolarizados y pertenecientes a los sectores socio-económicos medio-alto, medio y medio-bajo/bajo.

Entre otros significativos hallazgos, el estudio concluyó que el 71,6% de los consultados declara tener una motivación para participar en un movimiento social, el 87,5 % considera la causa estudiantil como un movimiento social, el  80% dijo que los movimientos sociales lograrán frutos a futuro y el  77,8% está convencido de que es importante participar en los movimientos sociales.

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